viernes, 28 de noviembre de 2025

cuando el cuerpo habla

Más allá del tiempo que vengo transitando este camino de las terapias alternativas e integrales, sigo sorprendiéndome de lo maravilloso e inteligente que es nuestro cuerpo. Si aprendemos a escucharlo, a estar conectados con él, siempre tiene algo para decirnos. Y cuando no lo escuchamos, encuentra la forma de detenernos a través de algún síntoma, dolencia o enfermedad.

Vengo de atravesar un proceso personal intenso - mudanza, viaje, inicio de una nueva etapa - y fue increíble cómo el cuerpo se expresó, cómo me invitó a frenar, a sentir, a observar qué quería mostrarme. Habitarlo desde ese lugar, dejar que se adapte con amor y presencia, fue un aprendizaje profundo: me permitió conectar de manera más consciente con todo este nuevo comienzo.

Aprender a observar el cuerpo, sentirlo y reconocer qué nos hace bien y qué no, es algo que no deberíamos perder nunca. Porque el cuerpo siempre sabe.
La desconexión a la que a veces llegamos tiene que ver con dejarnos llevar por la vorágine, con querer estar en todo, con ir “a mil”. Y en ese andar acelerado, inevitablemente, nos perdemos de nosotros mismos.

La buena noticia es que siempre podemos volver. Y a veces, de una forma muy simple:
respirandoEstá comprobado que volver a una respiración consciente- observar el aire que entra, el aire que sale - genera un cambio inmediato. Algo se acomoda. Algo se suaviza. 
Al observar cómo respiramos, también empezamos a observar cómo está nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones. La conexión es directa. Y si lo permitimos, podemos empezar a ver con mayor claridad cómo estamos realmente.

Para cerrar, quiero compartir algo que pude reconfirmar en este último tiempo: la calma que buscamos no está en el silencio externo, sino en el espacio interno que nos damos para escucharnos. 
La calma habita en nosotros. Solo necesitamos volver al cuerpo. Y si queremos liberarnos, sentirnos más livianos, escribir también es un camino: nos ayuda a ordenar lo que pesa, a expresar lo que necesita ser mirado con ternura. Y no hace falta buscar palabras perfectas. Solo dejar que lo que está dentro encuentre salida. Porque cuando escribimos desde el corazón, también respiramos distinto.

"Un respiro y todo cambia.
El cuerpo y la mente están conectados,
y la respiración es el puente."
 

 

cuando el cuerpo habla

Más allá del tiempo que vengo transitando este camino de las terapias alternativas e integrales , sigo sorprendiéndome de lo maravilloso e i...