martes, 22 de abril de 2025

el auto-masaje y sus beneficios

Tal como había comentado anteriormente, hoy voy escribir de lo beneficioso que a veces resulta hacernos un auto-masaje y la sensación de bienestar que produce.
Técnicas, hay varias y diversas, algunas más complejas que otras, pero lo importante es que, más allá de la disciplina que provengan, están basadas en la intuición e intención de querer sentirnos bien y que ese malestar o dolencia se aliviane con el sólo hecho de realizar algún movimiento o presionar una zona o punto particular en nuestro cuerpo.

Para comenzar e ir a lo práctico, detallaré dos tips que ayudan a relajar los pies y la cabeza, dos de las zonas del cuerpo más importantes que al darles un masaje permiten liberar tensiones, malestares o dolencias, energías acumuladas, etc. Los pies son el reflejo perfecto del cuerpo, por ende, hacer un masaje con aceite o crema puede hacernos sentir un alivio inmediato y luego cierta sensación de bienestar en el resto del cuerpo; en tanto que la cabeza es una zona donde también suelen acumularse tensiones y es necesario masajear para despejar la mente y sentirnos más livianos.

auto-masaje en pies
el punto del Plexo Solar, se encuentra en el centro del pie, debajo de las almohadillas metatarsianas, entre el 2do y 3er dedo (ver imagen). es una zona refleja del cuerpo que abarca parte del sistema disgestivo y el diafragma, donde suelen acumularse tensiones, emociones o estrés. por lo cual, activar este punto va ayudarnos a:
- experimentar una sensación de relajación. 
- aliviar molestias o dolencias.
- reducir el estrés, estados de ansiedad.
- mejorar la digestión.
- restablecer el equilibrio general del cuerpo.

¿cómo estimularlo? con aceite o crema, masajear ambos pies, abarcando toda la planta del pie hasta los dedos. luego, bajar con el dedo pulgar hasta la mencionada zona, presionar unos instantes y combinar con movimientos circulares para ir liberando la zona que, a la primer presión, resulta a veces un tanto dolorosa. luego, desde ese punto se puede ir, con ambos pulgares, desde el centro hacia los costados.

auto-masaje en cabeza
el punto Feng Chi - vesícula biliar 20, se sitúa en la zona posterior del cuello, debajo del hueso occipital, se encuentra en la depresión entre el extremo superior del músculo esternocleidomastoideo y el extremo superior del músculo trapecio (ver imagen). activar este punto una vez al día o cuando sintamos rigidez, va ayudarnos a:
- liberar tensiones acumuladas en cuello y cabeza.
- mejorar la circulación y el drenaje linfático.
- aliviar el bruxismo, migrañas y cefaleas.
- reducir la fatiga ocular y sensación de pesadez en la mirada.
- equilibrar la energía de la vesícula biliar y así favorecer la claridad mental.

¿cómo estimularlo? con los dedos pulgares en los puntos, inhalar y realizar una leve presión por 30 segundos, al exhalar, combinar con movimientos circulares suaves y soltar, acompañando siempre con una respiración profunda.

Imágenes
: plexo solar y feng chi


jueves, 10 de abril de 2025

oxigenarnos naturalmente

Aprovechando que ya se respira otoño, con su temperatura ideal por estos lados serranos, salí de caminata hacia el monte hasta toparme con un arroyo que, generalmente, no tiene agua... pero ésta vez, gracias a las últimas lluvias del verano, estaba a pleno con su fluir. El día estaba soleado y en calma, me saqué el calzado y sumergí los pies en el agua... fue un bálsamo poder sentir su frescura y escuchar ese fluir entre las piedras y mis pies, instante en el que me di cuenta de lo maravilloso que sería dejarnos fluir como el agua.

Ese pensamiento o reflexión profunda que surgió, simplemente al sumergir mis pies en el agua, creo tuvo que ver con el hecho de haber conectado con la Naturaleza: el agua, la tierra, el aire, la luz del sol. A veces pienso que tenemos al alcance de la mano poder conectar con eso, más de lo que imaginamos, el tema es proponérnoslo... salir a caminar en medio de la Naturaleza, si es posible, cerca del agua... arroyos, rios, lagos o mares... si vivimos en medio de una ciudad, salir al patio y caminar descalzos sobre el césped y/o rodearnos de plantas o bien, buscar una plaza o pulmón verde donde podamos oxigenarnos, porque de eso se trata, de poder oxigenar nuestro cuerpo, para darle un respiro a la mente y a las emociones en un momento determinado y, luego poder seguir con lo cotidiano, de una manera más conectada, más consciente.

Quizás entonces, oxigenarnos, sea eso... poder salir de lo que estamos haciendo, por unos momentos, conectar con nuestra respiración, observarnos e intentar buscar espacios donde podamos oxigenarnos naturalmente, como ser:
- caminar al aire libre despacio, acompasando la respiración y observando el entorno.
- explorar caminos en medio de entornos naturales como ser bosques, playas u orillas de ríos y aprovechar esa energía para meditar.
- buscar sumergirnos en un bosque y respirar profundamente el aire puro, como una especie de inmersión sensorial y contemplativa.
- escuchar los sonidos de la naturaleza, como ser el murmullo de los arroyos, el sonido del mar, el canto de la aves, el viento que susurra entre los árboles.

Como dice la letra de una canción "si se callase el ruido, oirías la lluvia caer..." me lleva a reflexionar sobre el hecho de que cuando entramos en contacto con lo sabio de la Naturaleza y dejamos que nuestro cuerpo y mente se oxigenen, tomen un respiro, observando nuestras emociones y dejando que, como el agua, sigan su curso... obtendremos esos efectos tan reparadores que tiene la Naturaleza sobre la mente y nuestro cuerpo, tanto a nivel físico como emocional y energético.

nervio vago: un hilo invisible a la calma

Anoche mientras tomaba un infusión de jengibre y reflexionando acerca de un libro que estoy leyendo y, sobre uno de los temas que destaca, l...