miércoles, 30 de julio de 2025

hablemos de ansiedad

En estos tiempos que corren o mejor dicho, que hacen a veces andemos a las corridas y, en lo personal, creo que sin mucho sentido más que para terminar física y mentalmente agotados... empecé a reflexionar sobre los estados de ansiedad que, a pesar de ser una persona tranquila y relajada y, que vengo hace un tiempo transitando el camino de la auto-observación, del autoconocimiento... interiormente a veces aún siguen apareciendo esos estados. Claramente, de manera sutil, pero se hacen sentir frente a situaciones que no se resuelven todavía - porque llevan su tiempo, frente a ciertas incertidumbres, en fin... la cuestión es que cada tanto siguen apareciendo y, en mi caso, como la famosa frase: "la procesión va por dentro". 

En cuanto a la definición de la ansiedad, podemos decir que es una respuesta adaptativa a situaciones estresantes o amenazantes, que nos ayuda a prepararnos para la acción. Una emoción normal que todos experimentamos - en algún momento, caracterizada por sentimientos de preocupación, miedos o inquietud.
No sólo implica el orden psico-emocional,
 sino que también puede expresarse como un mensaje del cuerpo, generalmente, manifestado en un síntoma, una especie de llamado del alma para prestar más atención. 
En este sentido y desde una visión holística, la ansiedad puede ser vista como una señal de desconexión: de uno mismo, del cuerpo, del momento presente. Y cómo esas señales son un llamado a “volver al cuerpo".

Algunas señales del cuerpo que pueden indicarnos estados de ansiedad, son:
- palpitaciones
- dificultad para respirar profundamente
- nudos en el estómago
- sensación de presión en el pecho
- insomnio o fatiga constante

Y más allá de lo evidente a nivel físico y psico-som´ático, pueden encontrarse otras menos exploradas, como:
- desconexión espiritual
- vida acelerada y falta de pausas conscientes
- emociones no expresadas (rabia, miedo, tristeza)
- falta de propósito o sentido vital
- sobrecarga energética (personas muy sensibles o empáticas)

Algunas herramientas simples pero poderosas para poder regular esos estados, pueden ser poner en práctica lo siguiente:
respiración consciente: respiración completa o yóguica (técnica que incluye respirar, por nariz, desde la zona abdominal, hacia la torácica y la clavicular).
movimientos suaves: realizar estiramientos o yoga, caminatas en la naturaleza.
anclajes sensoriales: tocar una piedra o descalzarse, realizar grounding (caminar descalzos sobre el suelo, césped, tierra o arena), conectar con el aroma de un aceite esencial, entrar en contacto con el agua (arroyo, río, mar).
diálogo interior compasivo: escribir o decir en voz alta afirmaciones como “estoy a salvo”, “todo está bien, aquí y ahora”, " ya pasará este momento"
técnicas energéticas: hacerse reiki, o simplemente llevar las manos al pecho y, respirando, sentir el latir del corazón.

La ansiedad es una emoción que no hay que eliminar o reprimir cuando aparece, sino que al contrario, debemos estar atentos, observar qué nos quiere decir y acompañar, porque podemos aprender a vivir en calma incluso cuando la ansiedad aparece. Porque es ahí entonces, cada vez que decidimos atravesarla, cuando empezamos a conocernos más y fortalecernos frente a los aconteceres de la vida misma.

                        " La ansiedad no es el enemigo, sino un mensajero que 
                           nos pide volver al momento presente con más amor."


lunes, 7 de julio de 2025

conectar con la glándula timo

La glándula timo situada en la parte superior del pecho, detrás del esternón y por delante del corazón, es sumamente importante no sólo por sus funciones biológicas, sino también por su relación con nuestra sensación de bienestar.
Su papel fundamental a nivel sistema inmunológico es la producción de células esenciales para combatir infecciones y enfermedades, pero a nivel emocional se la relaciona también con la regulación del estrés y otras emociones, e incluso se la suele llamar la "glándula de la felicidad".

Desde el punto de vista energético, se puede establecer también una conexión entre el chakra del corazón (Anahata) y la glándula timo, ya que ambos están relacionados con la capacidad de amar, la empatía y la salud emocional. El chakra del corazón actúa como un puente entre las emociones y la conexión con uno mismo y los demás, mientras que el timo es fundamental para el sistema inmunológico y la respuesta emocional. Un timo equilibrado se asocia con un corazón abierto y una mayor capacidad para experimentar emociones positivas. 

Podemos decir entonces que el timo es una glándula vital para la salud inmunológica y, potencialmente, para el bienestar emocional. Cuidar del timo a través de una alimentación saludable y técnicas de regulación del estrés, puede contribuir a mantener un sistema inmunológico fuerte y un estado de ánimo positivo. 

¿cómo estimularlo?
# realizar ejercicios físicos:
la actividad física regular, como salir a caminar, andar en bicicleta o nadar, mejora la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno.
# practicar yoga: 
realizar asanas o posturas que ayuden abrir el pecho y favorezcan la respiración profunda, como puede ser la postura de la cobra (Bandhasana), el pez (Matsyasana), el arco (Dhanurasana) o el camello (Ustrasana).
# focalizar en técnicas de repiración: 
como ser la respiración completa o yóguica (se respira involucrando zona abdominal, torácica y clavicular) y la respiración alternada por fosas nasales (Nadi Shodhana, 
técnica que expliqué cómo ponerla en práctica en un artículo anterior), ayudan a oxigenar el cuerpo y relajar el sistema nervioso.
# realizar suaves golpecitos con las yemas de los dedos en el área del timo (parte superior del pecho, por debajo de la clavícula), ayuda a estimular la circulación sanguínea y linfática en la zona, promoviendo la función inmunológica.
# cultivar la capacidad de reírnos, si... la risa siempre aliviana pesares, liberando endorfinas, mejora estados de ánimos y nos regala inmediatamente una sensación de bienestar y alegría.

A modo de cierre, les propongo probar poner en práctica algo tan simple como es tocar esa zona del cuerpo, con gestos suaves y amorosos y, de manera consciente, respirar... cerrar los ojos y observar qué sentimos.
Luego de unos instantes, podrán percibir una sensación de calma que puede contribuir en mucho a fortalecer nuestras defensas y alegría interna, además de ayudarnos a liberar emociones bloqueadas y promover una sensación de bienestar general.

"Nuestro cuerpo guarda una sabiduría inmensa.
Sólo hay que saber escucharlo."


confiar en los procesos

Hay momentos en la vida en los que todo se mueve. A veces, sin previo aviso: los lugares cambian, las rutinas se desarman, las certezas se d...